Pages

martes, 25 de junio de 2013

..........Los sparklets

Reciben el nombre de sparklets los sifones que funcionan con cargas individuales de gas. Utilizados sobre todo en el ámbito doméstico, contaban con la ventaja de la higiene, en unos tiempos en que no se fiaban mucho de las manipulaciones que pudieran llevarse a cabo en los procesos industriales o de los lugares donde podrían haber estado estas botellas.
Fabricados por la compañía Sparklets Ltd, de Londres, el primero de ellos, que no era propiamente un sifón sino una botella, fue patentado en 1896 y pronto se pudo disponer de él en España:



El Imparcial, 08/04/1899

 
Este sifón se componía de tres cuerpos:  la botella inferior, de vidrio y recubierta de una malla de bambú, tenía en la boca una rosca en la que se atornillaba el segundo cuerpo. Éste era una esfera metálica atravesada por un tubito donde se colocaba la cápsula. El proceso se terminaba atornillando el tercer elemento, una especie de caperuza que, al colocarla, perforaba la cápsula. Se oía un ruido similar a un pinchazo que indicaba que el gas se había liberado. Bastaba con agitar un poco el artefacto para disponer de la bebida efervescente. La prensa de la época se hacía eco de la maravilla del invento de forma que "si dais un banquete, no necesitaréis comprar Champagne sin remisión. Cualquier vino blanco agradable desafiará al Moet Chandon más espumoso" (La Correspondencia de España 02/06/1899)

Pocos años más tarde aparecería el popular Prana Sparklet, con un diseño más cercano al sifón que todos conocemos y envuelto en una funda protectora metálica. Las primeras publicidades de este popular sistema aparecieron en España en 1908, año en que los Prana Sparklet obtuvieron una Medalla de Oro en la Exposición de Zaragoza:



Nuevo Mundo, Madrid 18/06/1908
 
Esta forma fue la más popular y más extendida, aunque no fue la única que se comercializó con esta marca, también los había más grandes que imitaban la forma del seltzógeno Fèvre y además la misma empresa se encargaba de vender sales o jarabes para poder fabricar imitaciones de aguas minerales o refrescos en casa.



Los sparklets fueron evolucionando. La Sparklets Corporation de Nueva York, filial de la compañía londinense, introdujo en los años 30 una válvula de no retorno que permitía retirar la recarga después de que el sifón estuviera cargado. Estos sifones estaban confeccionados, además, con cristal hecho en Checoslovaquia. Luego vinieron los sparklets hechos con una aleación cromada, y los de colores y distintas formas con cabeza de nylon, muy populares en los guateques de los 60 y los 70.



Sparklet con válvula de no retorno




 




Sparklet cromado

Hay que decir que Sparklet no fue la única empresa que diseñó y comercializó sistemas de fabricación doméstica de agua con gas a base de cápsulas, pero si fue la más popular e internacional. Todas ellas, además, contaban con su propio sistema para poder rellenar varios sifones de forma rápida mediante unos cargadores que recibían las cápsulas y en los que se introducía el sifón, estos sistemas fueron muy populares en la segunda década del s.XX.  El cargador del sistema Prana Sparklets se llamaba "Perfectus", y estaba especialmente diseñado para su empleo en hoteles, cafés, bares, hospitales, conventos..., pudiéndose rellenar un sifón en menos de un minuto. Estos cargadores resultaban algo caros pero, en contra, se ahorraba en la botella de sifón, que no necesitaba llevar el compartimento para la cápsula.







Fuentes: Hemeroteca Biblioteca Nacional de España
              Design Magazine June 1958





 



viernes, 14 de junio de 2013

..........El Tapón Corona

El tapón corona fue un invento de un emigrante irlandés establecido en Baltimore llamado
William Painter, que lo patentó en 1892. Painter también fue el creador del abrebotellas imprescindible para su apertura.
La novedad de este tapón consistía en que al contrario que en los demás sistemas de cierre, éste se ajustaba a la boca del envase, constituyendo un sistema completamente hermético. El hecho de que fuera desechable garantizaba también su higiene.
Su éxito fue tal que desbancó en pocos años a prácticamente todos los sistemas utilizados hasta entonces, y fue adoptado no solamente por la industria de los refrescos sino también por la de cervezas, aguas minerales, leche, etc. A pesar de todo, su éxito no fue inmediato pues requería nuevas botellas, nuevas máquinas embotelladoras y sobre todo, una industria del vidrio capaz de producir botellas uniformes, lo cual solamente se consiguió en los albores del s.XX. Sobre la década de los 20  su uso ya estaba generalizado en todo el mundo.


Imagen de la patente original de William Painter del tapón corona
 

Imagen de la patente original de William Painter del abrebotellas

 
Aunque desde su invención ha cambiado poco su aspecto, lo cierto es que su faldón se ha ido haciendo más corto, y se ha pasado de 24 a 21 dientes. Asimismo, el disco interior que garantiza su hermeticidad, que era antiguamente de corcho o papel, ha sido sustituido por plástico.

El tapón corona, también a diferencia del resto de sistemas utilizados en la época, contribuía a la diferenciación del producto al poder fabricarse con el logo y colores de la empresa, convirtiéndose así en un elemento publicitario objeto de colección en todo el mundo. Muy pronto se utilizó el disco interior para incluir promociones y vales-regalo:

Publicidad de botellines Cinzano con regalos en su tapón corona. La Vanguardia, 26/10/1930
 
En España fue la industria cervecera la primera que utilizó este tipo de tapón. Parece ser que en 1905 la marca El Águila Negra, en Colloto, ya lo usaba, y algo más tarde, en 1911, la Corunna Brewing Company, fábrica de La Coruña aunque de capital inglés, también.
En 1921 José Torras, empresario catalán, trajo, procedente de Méjico, maquinaria para la fabricación de estos tapones e instaló una primera fábrica en Barcelona.

En los años 30 el tapón corona se utilizaba ya de forma general en nuestro país para el cierre de botellas de refrescos. Se fabricaba en varios diámetros y era también habitual encontrarlo en frascos de leche condensada. También se convirtió en una forma de cerrar las conservas caseras, para lo cual se llevaban estas conservas a las fábricas de gaseosas donde se les aplicaba el cierre. Esta actividad se realizó en zonas rurales hasta los años 70.

Publicidad Didón con tapón corona. Crónica Targarina 10/05/1924





Publicidad empresa de tapón corona en Barcelona. La Vanguardia 27/04/1926

 
 Fuentes: http://cervezabilbao.blogspot.com.es/2012/06/la-vizcaina-las-chapas-o-iturris-de-sus.html
               http://www.sha.org/bottle/closures.htm
               Hemeroteca La Vanguardia
               http://xacpremsa.cultura.gencat.cat/pandora/#top

martes, 4 de junio de 2013

..........La situación de las fábricas españolas en el comienzo del s.XX









En 1897 la empresa A.Seeli y Cía de Barcelona resultó determinante para la popularización de las empresas de bebidas carbónicas al fabricar y comercializar el "ácido carbónico líquido" como se hacía ya en otros países, y cuya importación resultaba difícil.
Este detalle simplificaba muchísimo el proceso de fabricación y reducía las necesidades de espacio y capital para instalar una fábrica.
 
Publicidad de los tubos de carbónico de la compañía A.Seeli. Industria e invenciones 7/7/1900

 
Esta empresa patentó también un aparato de pequeñas dimensiones ideado para funcionar con los tubos de ácido carbónico. Esta máquina, a la que se llamó "Víctor", podía disponer de varios grifos embotelladores y podía usarse para el llenado de sifones y botellas, bien fueran con tapón de corcho, de porcelana o de vidrio (tapón Codd).
 
 
Primera máquina Víctor de A.Seeli y Cía. Industria e Invenciones 30/12/1899


A todas estas innovaciones hay que sumar la fabricación española de envases, siendo la empresa vidriera de Juan Vilella, en Barcelona, una de las pioneras en fabricar envases específicos para la industria de las gaseosas en España.
Anuncio J.Vilella. Anuario Bailly-Baillière. 1902
 
 En 1902 aparecen también los primeros anuncios de A.Vázquez del Saz, en Madrid, que, además de sifones, fabricaba maquinaria para producirlos, ofreciendo también a sus clientes botellas y esencias. Estas dos empresas, la de Juan Vilella, y la de Vázquez del Saz, además de la de Domingo Vilella e hijos (más tarde Viudas Vilella), fueron las grandes proveedoras de las fábricas de estos años



Anuncio de Váqzquez del Saz. Anuario Bailly-Baillière 1906
 
Con todas estas innovaciones, el proceso de fabricar gaseosas se simplificó tanto que esta industria se extendió por todas las poblaciones, donde era realizada en muchas ocasiones por cafés y confiterías que ampliaban así su tradicional oferta de refrescos. No siempre era así, para muchos comerciantes, aunque se dedicaran a actividades que nada tuvieran que ver con la hostelería (podían ser fábricas de lejía, tiendas de ultramarinos, vendedores de vino, fábricas de esterillas....), fabricar gaseosas en verano se convirtió en una forma de redondear ingresos con una baja inversión. Hay que pensar que en estos años los refrescos solamente se consumían en los establecimientos de hostelería y grandes ocasiones como festividades, ceremonias, fiestas o verbenas y eran muy pocas las empresas dedicadas en exclusiva a este tipo de industria. Tardarían bastantes años en convertirse un producto de consumo diario.


Fuentes: Hemeroteca de la Biblioteca Nacional de España