Para variar, en esta entrada se va a tratar un tema actual, en vez de explicar cosas que pasaron hace más de un siglo, y como se trata de una iniciativa movida por la pasión a los viejos sifones, creo que merece mencionarse.
Existe una empresa alemana, Die Siphon Manufaktur, que recupera y comercializa los viejos Sparklets que solamente servían hasta ahora para engrosar las colecciones de los que somos apasionados de las viejas botellas de agua de seltz.
La filosofía de la empresa es revivir la cultura de la soda clasica. Para ello, restauran los que consideran uno de los más bellos sifones jamás concebidos: los Sparklets en sus diversas manifestaciones. Los limpian, los pulen, les dan brillo, reponen piezas, restauran su maquinaria (todo ello a mano)....¡ y a funcionar durante largo tiempo!! De hecho, al menos medio siglo más, según los propietarios de la empresa.
El viejo Sparklet queda convertido en algo exclusivo y especial por su nuevo aspecto, y por su vuelta a la funcionalidad.
Die Siphon Manufaktur también se encarga de la comercialización de las cápsulas y realizan sus envíos por todo el mundo.
Aquí os dejo alguna imagen de su página web: http://www.siphonmanufaktur.de/es/die-soda-siphons/, y no os perdáis el espectacular vídeo en Vimeo que muestra el proceso de recuperación:
Un recorrido por los primeros tiempos de estas bebidas
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miércoles, 30 de abril de 2014
domingo, 27 de abril de 2014
..........Las fuentes de soda
No cabe duda de que la implantación de las primeras bebidas carbonatadas se produjo de forma diferente según los países.
Mientras en Europa básicamente la fabricación de bebidas carbonatadas estaba encaminada a comienzos del s.XIX a la producción de distintas aguas minerales con fines medicinales (Seltz....), en Estados Unidos los farmacéuticos vieron en las aguas carbonatadas y la adición de azúcar y sabores, una forma de enmascarar el amargo gusto de algunos principios o drogas empleados. El éxito de estos tónicos hizo prever el potencial de los refrescos como objeto de consumo en masa, y lo posibilitaron mediante un sistema de fabricación económico e ingenioso que se denominó fuente de soda, término que por extensión acabó también aludiendo a los establecimientos que disponían de ellas, locales que, por la naturaleza de las bebidas y helados ofrecidos, eran aptos para todo tipo de clientela.
Las fuentes de soda no son otra cosa que dispensadores de refrescos, de tal forma que por una parte permiten al cliente la elección del refresco más a su gusto y por otro, suponen el ahorro de los gastos derivados del embotellado, al poder servir los refrescos a vasos. Coca-Cola comenzó vendiéndose mediante este sistema.
Su origen no está demasiado claro, pero sí que coinciden mulititud de fuentes en considerar a John Mathews, un inglés emigrado a Nueva York, como el "padre" de estos dispositivos, al idear un sistema eficiente y económico en 1832 capaz de satisfacer las cantidades necesarias para cualquier comerciante. Otros fabricantes pioneros de estos sistemas fueron John Lippincott, Alvin Puffer, Andrew Morse, Gustavus Dows y James Tufts. En 1836, Nueva York contaba ya con 670 dispensadores de este tipo, y en 1875 no había ciudad en Estados Unidos sin su fuente de soda, que se convirtió en parte de la cultura americana.
Mientras tanto, Europa asistía asombrada al éxito de este sistema, como se desprende de las líneas que le dedica el libro editado por Hermann-Lachapelle en 1867 Des boissons gazeuses aux points de vue alimentaire, hygiénique et industriel :
En España encontramos publicidades de este sistema ya en 1881 procedentes de casas francesas y conocemos instalaciones de este tipo realizadas por las casas Viudas Vilella de Barcelona y Vázquez del Saz en Madrid en las segunda y tercera décadas del s.XX. Y no cabe duda de que algunos establecimientos contaron con este sistema
para dispensar sus refrescos, como lo demuestra esta postal del Gran
Bar Canaletas de Barcelona,en el que se anuncian en gran tamaño "Sodas Americanas", elaboradas con zumos de frutas frescas.
Fuentes: http://www.artofdrink.com/soda-fountain/history/
Hermann-Lachapelle et Ch. Glover, Des boissons gazeuses aux points de vue alimentaire, hygiénique et industriel. Guide pratique du fabricant & du consommateur, 3e éd., E. Lacroix, Paris, 1867
Mientras en Europa básicamente la fabricación de bebidas carbonatadas estaba encaminada a comienzos del s.XIX a la producción de distintas aguas minerales con fines medicinales (Seltz....), en Estados Unidos los farmacéuticos vieron en las aguas carbonatadas y la adición de azúcar y sabores, una forma de enmascarar el amargo gusto de algunos principios o drogas empleados. El éxito de estos tónicos hizo prever el potencial de los refrescos como objeto de consumo en masa, y lo posibilitaron mediante un sistema de fabricación económico e ingenioso que se denominó fuente de soda, término que por extensión acabó también aludiendo a los establecimientos que disponían de ellas, locales que, por la naturaleza de las bebidas y helados ofrecidos, eran aptos para todo tipo de clientela.
Las fuentes de soda no son otra cosa que dispensadores de refrescos, de tal forma que por una parte permiten al cliente la elección del refresco más a su gusto y por otro, suponen el ahorro de los gastos derivados del embotellado, al poder servir los refrescos a vasos. Coca-Cola comenzó vendiéndose mediante este sistema.
Publicidades de Coca-Cola de los años 1905 y 1921, respectivamente, aludiendo a las fuentes de soda. http://www.collectorsweekly.com/articles/the-toxic-history-of-soda-pop/ |
Su origen no está demasiado claro, pero sí que coinciden mulititud de fuentes en considerar a John Mathews, un inglés emigrado a Nueva York, como el "padre" de estos dispositivos, al idear un sistema eficiente y económico en 1832 capaz de satisfacer las cantidades necesarias para cualquier comerciante. Otros fabricantes pioneros de estos sistemas fueron John Lippincott, Alvin Puffer, Andrew Morse, Gustavus Dows y James Tufts. En 1836, Nueva York contaba ya con 670 dispensadores de este tipo, y en 1875 no había ciudad en Estados Unidos sin su fuente de soda, que se convirtió en parte de la cultura americana.
Fuente de soda de la casa Lippincot & Co, 1894, http://www.collectorsweekly.com/articles/the-toxic-history-of-soda-pop/ |
Mientras tanto, Europa asistía asombrada al éxito de este sistema, como se desprende de las líneas que le dedica el libro editado por Hermann-Lachapelle en 1867 Des boissons gazeuses aux points de vue alimentaire, hygiénique et industriel :
"En América, como en Inglaterra, el agua sencillamente gaseosa, esto es, nuestra agua de Seltz tan saludable y tan agradable, es muy poco conocida. En esos países beben el agua de soda gasificada por el ácido carbónico y casi siempre mezclada con un jarabe aromático ó alcohólico; para hacerle refrescante, le dan con frecuencia una consistencia cremosa, añadiendo al jarabe hielo pulverizado y un poco de goma en polvo. De esa manera, componen una bebida muy agradable, tónica y refrescante al mismo tiempo que sirven y despachan al vaso en las farmacias y en los drink-house de toda especie. Este refresco obtuvo un éxito merecido en la exposición de 1867; la taberna americana donde se vendia fué uno de los establecimientos mas concurridos de su género. La muchedumbre se agolpaba en él á todas horas y cada uno pedia el jarabe ó el licor mas de su gusto; la dosis de estos se sacaba de la cisterna que los contenia por medio de una canilla, llenábase luego el vaso de agua gaseosa y los consumidores saboreaban á pequeños sorbos la crema fría".
http://www.collectorsweekly.com/articles/an-interview-with-pharmacy-drugstore-and-soda-fountain-antiques-collector-bill-soderlund/ |
Las fuentes de soda no solamente estaban instaladas en farmacias o cafeterías, sino que también salieron a la calle mediante carritos que dispensaban los refrescos de forma ambulante. En estos dispositivos se trasladaba el agua carbonatada en cilindros metálicos capaces de aguantar elevadas presiones.
Herman Sulz, Charles: A Treatise on Beverages or the Complete Practical Bottler, Dick & Fitgerald Publishers, New York, 1888 |
Barril utilizado para transportar el jarabe de Coca-Cola hacia 1930 y utilizarlo en las fuentes de soda. La botella de Coca-Cola apareció en 1899. Fuente: http://spiritschweppes.com/ (blog que recomiendo encarecidamente) |
Sobre 1880, el sistema se hizo popular también en Europa, siendo París y Londres las primeras ciudades que adoptaron este sistema de degustar los refrescos. En Francia se denominaban "Buvettes à Eaux-Gazeuses", y en la siguiente ilustración se puede observar un ejemplo que utilizaba cilindros portátiles de agua carbonatada a la vista de la clientela.
Esta forma de servir el agua de Seltz a vasos, trajo consigo la instalación de dispensadores (llamados columnas) que eran en muchos casos auténticas obras de orfebrería, la mayoría de ellas imitando el sifón tradicional, y que pasaron a denominarse "sifones continuos". Herman Sulz, Charles: A Treatise on Beverages or the Complete Practical Bottler, Dick & Fitgerald Publishers, New York, 1888 |
Ejemplos de columnas dispensadoras francesas. www.siphon.fr |
Colección particular S.Isábal |
Fuentes: http://www.artofdrink.com/soda-fountain/history/
Hermann-Lachapelle et Ch. Glover, Des boissons gazeuses aux points de vue alimentaire, hygiénique et industriel. Guide pratique du fabricant & du consommateur, 3e éd., E. Lacroix, Paris, 1867
Herman Sulz, Charles: A Treatise on Beverages or the Complete Practical Bottler, Dick & Fitgerald Publishers, New York, 1888
http://www.collectorsweekly.com/articles/an-interview-with-pharmacy-drugstore-and-soda-fountain-antiques-collector-bill-soderlund/
Hemeroteca Prensa Histórica Ministerio de Cultura
www.siphon.fr
http://www.collectorsweekly.com/articles/an-interview-with-pharmacy-drugstore-and-soda-fountain-antiques-collector-bill-soderlund/
Hemeroteca Prensa Histórica Ministerio de Cultura
www.siphon.fr
jueves, 17 de abril de 2014
..........Las botellas Viudas Vilella
Todo coleccionista de sifones en España cuenta en su colección con algún sifón de la casa Viudas Vilella. Sus originales diseños, con cristal labrado y con relieves naturalistas o geométricos, son representativos de la historia del sifón español en los años 20 y 30.
La casa Viudas Vilella no era una vidriería, sino una fundición que poco a poco fue derivando hacia la especialización en el mundo de las bebidas carbónicas. Su fundador, Domingo Vilella (y no Ramón como estaba publicado hasta que me sacó del error un amable lector, Luis Pascual), estaba establecido ya en 1865. A Domingo Vilella se le unieron sus hijos, Adolfo y Ramón, y a la muerte prematura de éstos, fueron sus viudas y después sus hijos, los que se hicieron cargo del negocio, de ahí el nombre comercial.
No se debe confundir esta empresa con la de Juan Vilella, fundador de la Vidrería Barcelonesa y una de las primeras fábricas españolas de envases para aguas carbonatadas y refrescos. A Juan Vilella se le deben muchas de las primeras botellas de gaseosa utilizadas en nuestro país, bien con cierre Codd, con tapón de corcho o con tapón mecánico. Como bien me ha indicado Rafael Campoy en su comentario, en las botellas producidas por esta industria puede aparecer Vilella en la base, o bien una estrella en modelos de base plana (en los modelos de base hueca no aparece ningún distintivo). Esta estrella también distinguía el tapón mecánico, en cuyo lateral aparecía el nombre completo de la industria.
Ramón Vilella, sin embargo, comenzó fabricando maquinaria para las fábricas de gaseosas. En 1899 patentó y fabricó una máquina embotelladora de la que afirmaba que era la primera producida en España (aunque coincidía en el año con la que vendía la Compañía de A.Seeli y que fabricaba el taller de José Tusquellas).
Aquella primera patente fue seguida por un amplio muestrario de maquinaria (llenadores, saturadores, máquinas de lavado, etc.) para la equipación de bares y fábricas de gaseosas y sifones, y en 1919, ya convertida en Viudas Vilella y Compañía, ofrecía también botellas, tanto de refresco como sifones, así como todos los accesorios necesarios para esta industria.
En 1929 acudiría con estand propio a la Gran Exposición Universal de Barcelona, obteniendo por su presentación una medalla de oro.
Con el tiempo, su amplio catálogo, en el que la maquinaria iba evolucionando con los tiempos, se completaría con la venta del ácido carbónico líquido, esencias, cajones, etc., abarcando todas las necesidades que una fábrica de bebidas carbónicas podía tener.
De esta gran empresa, de la que tenemos noticias hasta la década de los 60, han quedado como objeto de colección sus botellas, hermosos modelos propios que llevaban la inscripción "viudas vilella" en la base.
Fuentes:
Hemeroteca La Vanguardia
Hemeroteca Biblioteca Nacional de España
www.todocoleccion.net
La casa Viudas Vilella no era una vidriería, sino una fundición que poco a poco fue derivando hacia la especialización en el mundo de las bebidas carbónicas. Su fundador, Domingo Vilella (y no Ramón como estaba publicado hasta que me sacó del error un amable lector, Luis Pascual), estaba establecido ya en 1865. A Domingo Vilella se le unieron sus hijos, Adolfo y Ramón, y a la muerte prematura de éstos, fueron sus viudas y después sus hijos, los que se hicieron cargo del negocio, de ahí el nombre comercial.
No se debe confundir esta empresa con la de Juan Vilella, fundador de la Vidrería Barcelonesa y una de las primeras fábricas españolas de envases para aguas carbonatadas y refrescos. A Juan Vilella se le deben muchas de las primeras botellas de gaseosa utilizadas en nuestro país, bien con cierre Codd, con tapón de corcho o con tapón mecánico. Como bien me ha indicado Rafael Campoy en su comentario, en las botellas producidas por esta industria puede aparecer Vilella en la base, o bien una estrella en modelos de base plana (en los modelos de base hueca no aparece ningún distintivo). Esta estrella también distinguía el tapón mecánico, en cuyo lateral aparecía el nombre completo de la industria.
Anuario Riera, 1902 |
Anuario Riera, 1899 |
Anuario Riera, 1904. Domingo Vilella aparece ya con sus hijos. |
Aquella primera patente fue seguida por un amplio muestrario de maquinaria (llenadores, saturadores, máquinas de lavado, etc.) para la equipación de bares y fábricas de gaseosas y sifones, y en 1919, ya convertida en Viudas Vilella y Compañía, ofrecía también botellas, tanto de refresco como sifones, así como todos los accesorios necesarios para esta industria.
La Vanguardia, 27/04/1919 |
En 1929 acudiría con estand propio a la Gran Exposición Universal de Barcelona, obteniendo por su presentación una medalla de oro.
La Ilustración ibero-americana, 1930 |
Lista de productos comercializados por la casa Viudas Vilella del año 52 que se enviaba desde la delegación del norte y centro de España. Colección particular |
De esta gran empresa, de la que tenemos noticias hasta la década de los 60, han quedado como objeto de colección sus botellas, hermosos modelos propios que llevaban la inscripción "viudas vilella" en la base.
Fuente: www.todocoleccion.net |
Fuentes:
Hemeroteca La Vanguardia
Hemeroteca Biblioteca Nacional de España
www.todocoleccion.net
domingo, 13 de abril de 2014
..........Un museo diferente: la historia de la familia Andino de Villarcayo (Burgos)
Artículo aparecido en "Crónica de las Merindades", escrito por J.A. Unanue
La saga de comerciantes villarcayeses formada por tres generaciones de la familia Andino se cerró en 2001 por la jubilación de Remi, quien una vez puestas en "orden de revista" las máquinas utilizadas en la fabricación de gaseosas y sifones, ha presentado ante Crónica...el trabajo de 117 años dedicados al comercio y el transporte.
Fue el abuelo, Remigio Andino Baranda, quien, en el año 1884, abrió en la Plaza Mayor de Villarcayo un negocio de venta de coloniales y ultramarinos, incluyendo la fabricación y venta de tabletas de chocolate con la marca tomada del apellido. En 1925 comienza a fabricar y vender gaseosas y sifones que él mismo elaboraba, además de vender cerveza fabricada por la Cervecera del Norte.
En 1930 fue José Andino Pérez, hijo de Remigio, el que tomó las riendas del negocio ampliándolo con la fabricación de galletas y dulces en general, además de dedicarse al transporte con la ayuda de la familia.
En 1958 la empresa dejó de fabricar gaseosas aún manteniendo la producción de sifones y demás artículos, siendo Remi Andino quien, en el año 1960 toma las riendas de la misma, pero en este caso como distribuidor de marcas como Kas, Pepsi-Cola, cervezas de varias marcas, batidos, agua mineral y ante todo la de las gaseosas La Casera, todo ello sin dejar el transporte.
Remi Andino con parte de su maquinaria |
Ya con la pausa que uno asume cuando ha llegado a la jubilación, Remi hace un repaso de su historia laboral señalando que el tipo de trabajo que él desarrollaba era "sacrificado" ya que requería una atención "casi de 24 horas diarias" para controlar el almacén, los vehículos, los envases, el personal contratado para apoyar el incremento de trabajo del verano "y el capital que mueve un negocio de este tipo". En contrapartida se muestra orgulloso de la cantidad de amigos que ha atesorado en su amplio e insistente recorrido por lo largo y ancho de Las Merindades.
Una vez conseguido el descanso que proporciona pasar al grupo de los jubilados y como "inquieto" que es, Remi se ha puesto a trabajar en una actividad que le da toda clase de satisfacciones, ya que casi tiene montado, en lo que fuera el almacén de la empresa, un Museo, con mayúsculas, donde, debidamente ordenado por conceptos, está la maquinaria y otros aparatos, incluida toda la administración, que utilizó la saga familiar desde los tiempos de su abuelo hasta ahora.Todo está en orden en cada uno de los apartados dedicados a las distintas herramientas y máquinas que utilizaban el trabajo. Así, en el primer espacio que visitamos, están los moldes para dar forma a las tabletas de chocolate, los dedicados a los caramelos, los moldes para las galletas, cazos y balanzas, entre otros.
En la parte central está la maquinaria, empezando por la dedicada a llenar los sifones seguido de las dos máquinas utilizadas en el llenado y sellado de las botellas de gaseosa y por último la bombona que almacenaba el anhídrido carbónico, todo ello reluciente después de haber pasado muchas horas sacando brillo al cobre del que están fabricadas.
De izda. a derecha: taponadora, llenadora de gaeosas, saturadora y botella de CO2 |
Detalle de la llenadora de sifón |
En el siguiente y último espacio están los archivos de administración donde se pueden consultar todas y cada una de las facturas y otros documentos propios del negocio. Al mismo tiempo se puede contemplar una extensa colección de envases, todos con la marca "Andino", de los distintos productos que han elaborado.
También están las anécdotas que no se encuentran en el Museo pero sí en la mente de Remi, como es lo ocurrido con el camión de transporte cuando se dirigía desde Medina a Montija y donde los que venían de frente le hacían señas que él interpretaba como saludos pero la realidad era que en el alto de la Sardinera, en Santurde, había hielo y lo pudo comprobar cuando el vehículo tomó la iniciativa y se empezó en volver a Medina sin contar con el conductor, o lo acontecido con una carga semanal de gaseosas de la Casera que transportaba 14 palés para Remi y que en el "fragor" de la merienda habitual en cada uno de los viajes, se olvidaron, tanto el transportista como el destinatario, de descargar 6 palés que volvieron a Burgos y que solo cuando recibió una llamada de Burgos se dio cuenta del descuido, con innumerables tomaduras de pelo por medio.
miércoles, 9 de abril de 2014
..........Gaseosas La Granja, en la rampa Riestra (Ourense)
Artículo escrito por Miguel Ángel Martínez Coello y publicado en El Faro de Vigo el 02/05/2014
Hablar de
gaseosas La Granja es como narrar la historia más íntima más de la historia de
Ourense. Sólo un puñado hemos tenido la dicha de crecer en ese nuevo barrio
creado a la sazón en los dominios del Marqués de Riestra. La zona en cuestión
se denominaba La Granja Agrícola propiedad del citado marqués y comprendía una
gran extensión de terreno dedicado al cultivo de productos de huerta, viñedos y
cereales en los alrededores de una gran casa con sus aposentos, establos, su
era y un gran patio presidido por un inmenso nogal del que no guardo buenos
recuerdos. En lo alto de la rampa Riestra, a la derecha, justo enfrente de la
entrada del pazo del marqués de Riestra, en el lugar que ocupa en la actualidad
la iglesia del Sagrado Corazón de A Carballeira, existió la primera fábrica de
gaseosas La Granja, que tomó el nombre de la Granja Agrícola de la zona.
En ese
lugar, en el año 1931, D. Ángel Eiriz Losada, que tenía su domicilio en la
carretera de La Granja...también es casualidad, que había estado emigrado en Cuba, en la que había sido transportista de viajeros en coches de caballos, funda la fábrica de gaseosas La Granja, en la que
trabajaría su hija Dña. Mª Teresa Eiriz Vázquez, nacida en 1911 (tengo a honra, que mi hermano mayor D. Edelmiro Martínez Prada (Tito) se casó con una sobrina de Dª Teresa Eiriz Vázquez, llamada igualmente Dª Teresa Eiriz pero de apellido Barredo), y sus nietos D. Roberto Torres Eiriz nacido en 1936 (es quién
figura como fabricante Nº 3915 de Orense) y D. Julio Torres Eiriz nacido en
1931 que es quien ha tenido la gentileza
de facilitarme el sifón y la gaseosa La Granja para este relato y
proporcionarme valiosos datos para documentar el contenido. Este primer
emplazamiento era propiedad del citado marqués que había arrendado a D. Ángel Eiriz, pero un buen día, a
instancias del por aquel entonces Rvdo. D. Amando, párroco de Sta. Eufemia (que era la
parroquia a la que pertenecía el lugar),
decidió rescindir el contrato de arrendamiento a D. Ángel Eiriz Losada, sin ninguna clase de compensación y regalar
el terreno para erigir la que es hoy Iglesia del Sagrado Corazón de la
Carballeira. Eran tiempos en el que el poder de la nobleza estaba muy
estrechamente ligado a la Iglesia y no había nada más que hacer que callar… y
dar las gracias. Debido a este percance la fábrica se trasladó a la mitad de la
rampa Riestra, que en principio era provisional, pasando a definitivo porque fue allí
donde existió la fábrica hasta su cierre en 1982. Aun así fue la 2ª fábrica de
Gaseosas más antigua de Ourense sólo superada en antigüedad por la de Camilo
Camba en el Puente que además era fábrica de hielo.
La maquinaria para la fabricación de gaseosas y
sifones, era alemana. En los comienzos fabricaron gaseosa en las famosas
botellas de Boliche, de bola o de pito, llamadas así porque
tenían una bolita de vidrio dentro que hacía de cierre cuando estaba llena
debido al carbónico que contenía la bebida. Más tarde hicieron los sifones con y sin serigrafía en el casco, la gaseosa en botella de litro con serigrafía en blanco y azul, y por último la gaseosa pequeña también serigrafiada, todas ellas fabricadas por Vidrieras Leonesas. Aunque
no lo parezca la fabricación de gaseosas y sifones fue una profesión no exenta
de riesgo debido a la presión a la que se sometían los envases al inyectar el anhídrido
carbónico, porque podían reventar y herir de gravedad al operario, de hecho D.
Julio Torres Eiriz tiene en la cara la consabida cicatriz debida a una explosión del
envase en el llenado.Gaseosa de boliche. Foto M.Coello |
Sifón y gaseosa La Granja. Foto: M.Coello |
El reparto
se hacía con un camión marca Chevrolet-4 que conducía Dª. Mª. Teresa Eiriz. En
palabras de nuestro recordado D. Luis Rivas Villanueva, Dª. Mª. Teresa Eiriz fue
la primera mujer en conducir un vehículo mecánico en Ourense haciendo el reparto
diario por la ciudad y la ruta semanal por la carretera de Celanova hasta
Loiro, cubriendo la zona de Piñor, Barbadás y La Valenzana, labor que combinaba
con el lavado de botellas, llenado, etc. En 1946 se hizo practicante y fue
famosa por su generosidad porque no cobraba los pinchazos a quién no tenía
dinero para pagarle y en los últimos tiempos montó un almacén de frutas en la Plaza
de Abastos. Es importante destacar que Dª. Mª Teresa conocía a la perfección la
mecánica de su Chevrolet-4, desmontaba el motor, arreglaba la caja de cambios,
y cambiaba las ruedas cuando era necesario. Estos recuerdos constituyen uno de
los más entrañables episodios de la formación de este nuevo gran Barrio
Ourensano de A Carballeira. Cuyo
verdadero nombre fue La Granja Agrícola Riestra… quizás no
les sonaba bien.
Mª Teresa Eiriz con su Chevrolet |
lunes, 7 de abril de 2014
..........La gran empresa proveedora de carbónico: de la Suizo-Española a Industrial Coromina S.A.
En una anterior entrada habíamos visto como había influido en la proliferación de fábricas de refrescos, la comercialización y fabricación de ácido carbónico líquido en España. La empresa responsable de esta revolución había sido A.Seeli y Cía, sociedad formada por los señores Seeli y Claret, y que era conocida por la Suizo Española, que eran las respectivas nacionalidades de los dos socios. Esta fábrica estaba instalada en las afueras de Barcelona, en el sitio denominado de Casa Antúnez, entre la falda de Montjuic y la playa, y comenzó a funcionar en 1897.
En 1899 contaba con 20 empleados. y el gas producido se utilizaba para distintos fines: la conservación y presión de la cerveza, la fabricación de aguas gaseosas, la preparación de toda clase de aguas minerales y artificiales, gasificación de vinos, fabricación de hielo e incluso calmar el dolor de muelas.
Comenzaron produciendo el carbónico con la reacción del mármol y el ácido sulfúrico, pero pronto pasaron a utilizar el carbón de cok, que llegaba, así como la tecnología utilizada, de Suiza y Alemania. Esta maquinaria era movida por un motor de vapor de 46 caballos de fuerza.
Además, la empresa también importaba e instalaba maquinaria para la fabricación de bebidas carbónicas.
Esta sociedad se disolvió en 1904, haciéndose cargo de la actividad una nueva sociedad, la formada por Paul Garnier y Federico Gschwind, este último cónsul de Suiza en Barcelona, que mantuvieron el nombre comercial de La Suizo Española. Desde 1907 editaban un periódico mensual. "Revista de las Bebidas Gaseosas", que resultaba gratuito para los clientes de la casa. En él, no solamente incluían las últimas novedades de la maquinaria que construían, sino que también se podían encontrar artículos científicos sobre la utilidad del ácido carbónico líquido y publicidades de casas de jarabes, de gaseosas o de vidrio.
La Hispano Suiza acabó fusionándose en 1911 con otra empresa dedicada a los mismos menesteres y que había sido fundada tres años antes: La Industria Carbónica, propiedad de Luis Coromina Sociedad en Comandita. La nueva sociedad adoptó este último nombre aunque en la publicidad apareció durante muchos años el nombre de las dos fábricas. Se continuó con la publicación de una revista de carácter mensual, aunque ésta se llamaba " La Industria Carbónica", que se editaría al menos hasta los años 20.
Como la demanda era importante, pronto comenzó la expansión: en 1914 se fundó una fábrica en Madrid, en la calle Las Delicias, en 1917 en Sevilla, y en 1923 en Bilbao
En 1927 estaba ya instalada también una fábrica en Valencia, y habían comenzado ya a fabricar la que sería su otra gran especialidad: el anhídrido sulfuroso para enología.
Convertida en Sociedad Anónima en los años 30 con el nombre de Coromina Industrial S.A., continuó en las décadas siguientes su expansión, contando en 1983 con catorce fábricas y sucursales por todo el país.
Pocos años más tarde, en 1987, sería absorbida por Carburos Metálicos, por lo que este nombre, siempre presente en la trastienda del mundo de la fabricación de bebidas carbónicas, desapareció.
Fuentes:
Hemeroteca de La Vanguardia
Hemeroteca de la Biblioteca Nacional de España
Hemeroteca de Prensa Histórica del Ministerio de Cultura
En 1899 contaba con 20 empleados. y el gas producido se utilizaba para distintos fines: la conservación y presión de la cerveza, la fabricación de aguas gaseosas, la preparación de toda clase de aguas minerales y artificiales, gasificación de vinos, fabricación de hielo e incluso calmar el dolor de muelas.
Comenzaron produciendo el carbónico con la reacción del mármol y el ácido sulfúrico, pero pronto pasaron a utilizar el carbón de cok, que llegaba, así como la tecnología utilizada, de Suiza y Alemania. Esta maquinaria era movida por un motor de vapor de 46 caballos de fuerza.
Además, la empresa también importaba e instalaba maquinaria para la fabricación de bebidas carbónicas.
Anuncio en la revista Indrustria e Inveciones, 21/07/1900 |
Revista de las Bebidas Gaseosas. Colección Particular |
La Hispano Suiza acabó fusionándose en 1911 con otra empresa dedicada a los mismos menesteres y que había sido fundada tres años antes: La Industria Carbónica, propiedad de Luis Coromina Sociedad en Comandita. La nueva sociedad adoptó este último nombre aunque en la publicidad apareció durante muchos años el nombre de las dos fábricas. Se continuó con la publicación de una revista de carácter mensual, aunque ésta se llamaba " La Industria Carbónica", que se editaría al menos hasta los años 20.
Revista La Industria Carbónica, 1911. Todocolección |
Como la demanda era importante, pronto comenzó la expansión: en 1914 se fundó una fábrica en Madrid, en la calle Las Delicias, en 1917 en Sevilla, y en 1923 en Bilbao
Aspecto de las fábricas de Barcelona y Sevilla a comienzos de siglo. Fuente: todocolección. |
Convertida en Sociedad Anónima en los años 30 con el nombre de Coromina Industrial S.A., continuó en las décadas siguientes su expansión, contando en 1983 con catorce fábricas y sucursales por todo el país.
Membrete y logo de la empresa en los años 50. Colección particular. |
Pocos años más tarde, en 1987, sería absorbida por Carburos Metálicos, por lo que este nombre, siempre presente en la trastienda del mundo de la fabricación de bebidas carbónicas, desapareció.
Fuentes:
Hemeroteca de La Vanguardia
Hemeroteca de la Biblioteca Nacional de España
Hemeroteca de Prensa Histórica del Ministerio de Cultura
domingo, 6 de abril de 2014
..........Gaseosas Justo, Verín (Ourense)
Artículo escrito por Miguel Ángel Martínez Coello. Aparecido en El Faro de Vigo el 20-05-2014
En un solar al comienzo de la avenida de Sousas, D. Gustavo García Vázquez fundó la fábrica de gaseosas con el nº 3969 del registro de fabricantes a su nombre, siendo éste el 2º de los fabricantes de gaseosas de Verín después de D. Carlos Blanco, (que vendió a D. José Rodríguez Sousa “Sapa”) y que D. Gustavo García más tarde vendería a sus cuñados los hermanos D. Antonio Justo Alonso y D. Pedro Justo Alonso en 1943, sociedad que compartieron hasta 1957, año en que D. Antonio Justo Alonso compra la parte de su hermano D. Pedro Justo Alonso. A partir de ése momento pasó a llamarse Gaseosas Justo conservando el mismo número de fabricante. En aquel entonces la empresa ya contaba con un camión marca “OAKLAN” OR-913 y con el equipamiento completo para la fabricación de gaseosas que incluía una llenadora y los demás enseres necesarios para su elaboración. Sus productos se centraron en la elaboración de sifones, gaseosas de litro y ½ litro, y naranjadas (oranges de limón y naranja) que en un principio llenaban en pequeños envases y presentaban en cajas de madera de 12 o 24 botellas. Fueron los primeros en distribuir los refrescos IRIS de Puebla de Trives, Kas, La Estrella de Galicia y Cervezas la Esperanza de Vitoria. La zona de distribucción se extendía por Oimbra, Cualedro, Villardebós, Riós, Pazos, Albarellos, Villar de Ciervos… Las botellas pequeñas eran lisas y de relieve con chapa en relieve con la leyenda “Gaseosas Justo – Fte 3969 - Verín” , los sifones se compraban en Barcelona sin serigrafía, con el distintivo en el cabezal de plomo de los primeros sifones fabricado en Vázquez del Saz con el grabado de Gustavo García – Verín, y ya en los últimos tiempos las gaseosas de litro compradas en Alvarez – Vigo, con la serigrafía en blanco de Gaseosas Justo - Verín.
Detalle de las cabezas de sifón metálicas |
Las primeras botellas de gaseosa. Colección Antonio Justo |
Tapón corona . Colección Antonio Justo |
Tenían un slogan
publicitario muy curioso, “Si quiere
dormir a gusto, tome Gaseosas Justo”. Cerró la fábrica de gaseosas Justo
definitivamente en el año 1963. Antonio
Alonso fue además el fundador del almacén de coloniales y vinos El Abuelo, la fábrica de cepillos Monterrey, y la carnicería Justo en Verín.
Tengo que agradecer los testimonios de D. Antonio Justo Alonso y el cabezal de
sifón de Gustavo García y chapa de Gaseosas Justo aportados para éste artículo
por su hijo Antonio Justo García.
Sifón Gustavo García. Colección Antonio Justo |
Programa de fiestas. |
viernes, 4 de abril de 2014
..........La fábrica de gaseosas de Ramón Weil y Hermano, de Melilla
Fundada en 1908, esta fábrica, orgullo del Protectorado español en Marruecos, se dedicaba no solamente a la fabricación de gaseosas y refrescos, sino que también producía hielo y jarabes, además de fabricar pastas para sopa, licores, anisados y ser almacén de vinos.
Citada a veces como Weil y otras como Weill, estaba situada en la calle Isabel la Católica de Melilla y contó además con sucursales en Tetuán, Tánger y Ceuta, siempre en establecimientos de su propiedad Para la elaboración de los refrescos obtenía el agua de Yasinen, que era transportada hasta Melilla en tanques, siendo después filtrada para dejarla completamente desprovista de impurezas.
La electricidad la obtenía de una central eléctrica propia.
Para el desempeño de la fabricación de refrescos, contaba en 1925 con una saturadora de marca "Saturator", de tecnología americana, y varios llenadores automáticos que a la vez insertaban el tapón corona en las botellas. Su producción era, en 1930, de 25.000 botellas diarias entre gaseosas corrientes y otros refrescos.
En cuanto a hielo, producía en 1925 ochenta toneladas diarias, contando con una cámara para su conservación de más de 300 toneladas de capacidad. En la fábrica trabajaban 120 operarios, y en 1925 contaba para el reparto con siete carros y tres camiones. Cinco años más tarde, en 1930, los carros ya habían sido sustituidos por camiones, y de los diez que poseía, seis estaban montados ex profeso para el reparto de gaseosas.
Fue también concesionario de la cerveza Damm para Marruecos, que seguramente embotellaría en la misma fábrica, pues esa era la práctica general en aquellos años, y también del ácido carbónico de la empresa L.Coromina. En 1929 embotelló Coca-Cola, y en 1931 Orange Crush.
En 1936 hay constancia en la prensa de que elevó una petición al Gran Visir de Nador para la construcción allí de una fábrica que debía constar de una máquina de limpiar botellas, dos llenadores de botellas y dos llenadores de sifones. En aquellos momentos la empresa era ya una sociedad limitada de nombre Hijos de Weil S.L.
Convertida más tarde en S.A.Weil., la empresa continuaría al menos hasta los años 70, siempre relacionada con el mundo de los refrescos y la cerveza. En Melilla tenía asignado el nº de fabricante nº 3742, mientras que en Ceuta se le asignó el 2171.
Aunque la fábrica de Ramón Weil y Hermano cuenta con unas características que la hacen especial en su época, como son su tamaño y su extensión territorial, además de la importancia de los refrescos que fabricó, no fue la única empresa de este tipo dedicada a la producción de bebidas carbónicas en las colonias españolas de África. Para ahondar en este tema y comprobar el número realmente importante de fábricas en esa zona, os remito al completo artículo del blog Coleccionismo Serigrafiadas:
http://botellasserigrafiadas.blogspot.com.es/2013/09/gaseosa-y-refrescos-en-las-colonias.html
Fuentes:
Hemeroteca Biblioteca Nacional de España
Hemeroteca Prensa Digitalizada. Ministerio de Cultura.
Vista general de la fábrica en Melilla. El Imparcial (Madrid) 20/02/1925 |
La electricidad la obtenía de una central eléctrica propia.
Para el desempeño de la fabricación de refrescos, contaba en 1925 con una saturadora de marca "Saturator", de tecnología americana, y varios llenadores automáticos que a la vez insertaban el tapón corona en las botellas. Su producción era, en 1930, de 25.000 botellas diarias entre gaseosas corrientes y otros refrescos.
En cuanto a hielo, producía en 1925 ochenta toneladas diarias, contando con una cámara para su conservación de más de 300 toneladas de capacidad. En la fábrica trabajaban 120 operarios, y en 1925 contaba para el reparto con siete carros y tres camiones. Cinco años más tarde, en 1930, los carros ya habían sido sustituidos por camiones, y de los diez que poseía, seis estaban montados ex profeso para el reparto de gaseosas.
Publicidad. La Esfera (Madrid) 06/11/1916 |
En 1936 hay constancia en la prensa de que elevó una petición al Gran Visir de Nador para la construcción allí de una fábrica que debía constar de una máquina de limpiar botellas, dos llenadores de botellas y dos llenadores de sifones. En aquellos momentos la empresa era ya una sociedad limitada de nombre Hijos de Weil S.L.
Publicidad. La Ilustración del Rif 05/09/1925 |
Convertida más tarde en S.A.Weil., la empresa continuaría al menos hasta los años 70, siempre relacionada con el mundo de los refrescos y la cerveza. En Melilla tenía asignado el nº de fabricante nº 3742, mientras que en Ceuta se le asignó el 2171.
Aunque la fábrica de Ramón Weil y Hermano cuenta con unas características que la hacen especial en su época, como son su tamaño y su extensión territorial, además de la importancia de los refrescos que fabricó, no fue la única empresa de este tipo dedicada a la producción de bebidas carbónicas en las colonias españolas de África. Para ahondar en este tema y comprobar el número realmente importante de fábricas en esa zona, os remito al completo artículo del blog Coleccionismo Serigrafiadas:
http://botellasserigrafiadas.blogspot.com.es/2013/09/gaseosa-y-refrescos-en-las-colonias.html
Fuentes:
Hemeroteca Biblioteca Nacional de España
Hemeroteca Prensa Digitalizada. Ministerio de Cultura.