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jueves, 5 de marzo de 2015

..........El último fabricante de bebidas carbónicas de Huesca

Siempre es una mala noticia el cierre de una empresa dedicada a este mundo. Como homenaje a toda la trayectoria de esta industria, reproduzco  el artículo y las imágenes del periódico EL CRUZADO ARAGONÉS de Barbastro, obra de Ángel Huguet y publicado el 27/02/2015, sobre "Espumosos Angelín".

CIERRA ESPUMOSOS ANGELÍN, ÚLTIMO FABRICANTE DE BEBIDAS CARBÓNICAS EN LA PROVINCIA

La provincia se queda sin el último fabricante en activo de espumosos porque Ernesto Agraz Viván cerrará mañana por jubilación profesional la fábrica y embotelladora ubicada en la calle Corona de Aragón, 29, con epígrafe N.R.S.I.A. 29.01184/HU. Se pierde una referencia comercial muy tradicional, Espumosos Angelín, que con la marca registrada Anfitriona ha elaborado bebidas carbónicas, entre ellas gaseosa, sifones y limonada para cerveza en su etapa más reciente.
A partir de mañana se cerrará un ciclo de 35 gaseoseros que hubo en la provincia de los que solo Ernesto Agraz ha mantenido el tipo "en solitario" duarnte los últimos años. El empresario local cierra una generación familiar dedicada al sector desde el año 1922. Las referencias locales anteriores más recientes, fueron Carbónicas Sánchez y Espumosos Ramón de Agustín Borrás, y con antelación, Manuel Cosculluela y Gregorio Micas (1917), Vda. de Ramón Bosch, Gregorio Micas y Antonio Sánchez.
La historia del negocio familiar de Espumosos Angelín comenzó en el Coso, "los abuelos tenían un bar donde elaboraban de casi todo, tapas y refrescos, menos la cerveza que se vendía en barriles. Allí comenzó la fábrica de gaseosas en formato pequeño y después las primeras en tamaño familiar, de un litro, embotelladas en Barbastro". La lejía marca Torre Aneto y barras de hielo salieron de la misma fábrica, "la venta de hielo fue muy importante en aquellos años, hasta que salieron las primeras neveras. La demanda era fuerte hasta el extremo de trabajar en días laborales y festivos para dar abasto a la clientela".

Ernesto Agraz Viván

El negocio comenzó en el Bar Royal, regentado por los abuelos Ángel y Francisca en el Coso, cerca del actual Bar Victoria, "con fábrica y mostrador que atendían entre mi padre Ángel, mis tíos, Joaquín y Ascensión". Ernesto conserva la maquinaria antigua en los bajos de la empresa, entre ella "la primera para fabricar hielo comprada en el año 1927 dotada de tecnología puntera. Hasta entones almacenaron el hielo en el pozo de La Barbacana que era de la familia. Se empleaba para elaboración de helados y refrescar las neveras".
En tiempos actuales, la mayor parte de la producción de Espumosos Angelín se vendía "en la comarca de Litera, por Altorricón, Binéfar, Belver y esa zona". El consumo de sifón (Agua de Seltz) ha decrecido mucho en Barbastro, "se vende muy poco porque se ha perdido la costumbre, la semana que vendía dos o tres cajas era un lujo mientras en la Litera se mantiene la costumbre del vermouth con sifón. La mayor parte de la producción se distribuye en esa zona". A nivel local, "lo que más se vendía eran las gaseosas de medio litro para restaurantes. Aquí está la clientela habitual que mantiene la fidelidad. A partir de Monzón, mejor". La producción está en función de ventas, "el año pasado, cerca de 5.000 cajas, aunque la maquinaria se adapta a mayor producción. El problema no es fabricar, sino vender". A partir del lunes "solo fabricaré limonadas para consumo propio hasta que termine los 30 kilos de gas, equivalente a cien cajas. Así que, después, a comprar a la compentencia".
En el ámbito de una empresa familiar, "la cadena incluye todo, desde la preparación con los ingredientes habituales hasta la venta y distribución". La fórmula es tradicional, "sin complicaciones, sencilla porque desde que hubo escasez de azúcar en España se hace con sacarina en todas las marcas". Respecto a la rentabilidad comercial, "para mi mujer, María Dolores, y yo ha sido sufieciente, no da para más. Hace diez años no soñaba con la jubilación ni en pintura tal como estaban las cosas".
El cierre no le causa pena, "en absoluto, la felicidad se debe parecer mucho a lo que siento ahora con días de antelación. Trabajo desde que tenía diez años porque cuando salía del colegio nos mandaban al reparto de gaseosas. Así hasta ahora. La jubilación es una gozada".

Remolque con la referencia comercial


Envases retornables y sifones de cristal
En la historia local más reciente, "Antonio Sánchez fue el último embotellador con la marca Carbónicas Sánchez y después nos quedamos solos. Antes, estuvo Agustín Borrás que tenía la fábrica en la avenida del Ejército español, en la fachada aún se conserva su referencia".
Agraz destaca que en su fábrica "hemos empleado siempre los mismos envases de cristal, retornables. Se ahorra mucho dinero. Algunas botellas antiguas se han embotellado hasta trece mil veces. Los envases los bajaré a un cliente de Binéfar para que los utilice".
En cuanto a costos, "una botella del sifón tradicional, hay de muchos precios. La garrafa de cristal no tiene marca y la cabeza es de plástico. Ahora ya no hacen de cristal y la cabeza nueva cuesta de 3 a 4 euros con aparejos, si le pones la funda son 5 € y si compras el cristal, el envase se pone en 6 €".
Más envases, "tienen 50 años, con cabeza de calamina y valdría ahora cerca de 30 euros, con marca a fuego. Otro más antiguo de cabeza y grabado con chorro de arena estaría entre 60 y  70 euros. Todos están en uso". Barbastro y la provincia de Huesca "pierden gas" con el cierre de Espumosos Angelín y su propietario, Ernesto Agraz, dispondrá de tiempo para dedicarse a otras tareas, entre ellas, "terminar el libro que comencé hace años".

Sifones retornables de la marca


Fabricación tradicional en Huesca
La fabricación de espumosos, sifones, refrescos y gaseosas ha sido muy tradicional en la provincia de Huesca según las numerosas referencias que constan en registros del sector. A los empresarios barbastrenses se suman de numerosas localidades altoaragonesas y de la propia capital. En especial destaca la "concentración que hubo en la comarca de La Litera donde la fabricación de bebidas carbónicas fue muy importante".