Las "Estadísticas administrativas de la Contribución Industrial y de Comercio" de 1856 y 1863 nos dan 10 y 32 fabricantes en toda España respectivamente, con claro predominio de Barcelona, que cuenta con 7 y 12 establecimientos.
A partir de ahí, gracias a los“Anuarios del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración” de Bailly-Baillière y de los "Anuarios Riera", podemos ir estudiando la evolución de esta industria. En 1879, treinta y siete años después de J.Naully y Ansaldi, salvo en Madrid y Barcelona, que contaban con 22 y 14 establecimientos respectivamente, apenas había fábricas en el resto del país. Las que existían estaban muy repartidas geográficamente y no necesariamente coincidían con capitales de provincia o ciudades importantes. Aún así, la ciudad de Lérida contaba con cuatro fábricas e incluso la población turolense de Alcañiz vio nacer su primer establecimiento de este tipo en 1876.
A pesar de todo, la expansión era evidente y así, en 1888, Madrid y Barcelona mantenían sus establecimientos y prácticamente no había ciudad de cierta entidad que careciera de su fábrica de bebidas gaseosas. Además, muchas de las empresas existentes en la época contaban con sucursales (fábricas o despachos) en ciudades alejadas: baste como ejemplo la fábrica catalana de Magín Morgades que tenía fábrica en Sevilla, o la del también barcelonés Antonio Bragulat que contaba con depósito de sus productos en Soria.
Anuncios de fábricas madrileñas en el Anuario Bailly-Baillière de 1879 |
Cierto es que las grandes empresas francesas como Hermann-Lachapelle, Guéret, Gilles, Mondollot, etc. se anunciaban profusamente en la prensa española de la época, pero cabe suponer que la importación de todos los elementos, maquinaria y envases, encarecida por los gastos de transporte y aranceles aduaneros, debía exigir una nada despreciable inversión de capital en su instalación. Tendría que llegar el s.XX para que todos estos condicionantes desaparecieran y la industria de las bebidas gaseosas despegara hasta llegar a contar con un número elevado de establecimientos, de forma que en 1950 existían en España más de 5.000 fábricas de este tipo.
Publicidades francesas en los anuarios españoles |
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http://www.ub.edu/rhi/es/biblioteca-digital-de-historia-industrial-y-empresarial.html