En una entrada anterior: Los seltzógenos (II), hablábamos ya de estos aparatos, creados sobre 1860, que en realidad son jarras de porcelana con un tabique central. En uno de los
compartimentos se colocaba la disolución de ácido tartárico y, en el
otro, la de bicarbonato sódico. La mezcla se realizaba directamente en el
pico de la jarra en el momento de verter. Aunque se comercializaban en
España ya en la década de 1870, fue en Francia donde fueron más populares, especialmente en el ámbito doméstico. En esa entrada anterior comentábamos también que, aunque el modelo básico era blanco y un poco rústico, se llegaron a comercializar en finas porcelanas que en ocasiones contaban con delicados o llamativos estampados. Y para ilustrar esta realidad, nada como las fotos de los ejemplares que cuenta en su colección Ferrán Quintana, que además ha tenido la gentileza de compartir con nosotros.
Y para completar este complejo y variado mundo de los seltzógenos, nos ha compartido también la foto de un curioso sifón de gres alemán cuyo principio de funcionamiento era básicamente el mismo (la mezcla de los dos reactivos producía el gas) y que parece que estaba destinado a la dispensa de agua de Seltz en una farmacia.
Mi más profundo agradecimiento a Ferrán por compartir sus tesoros