..........Una gran colección de botellas

Hasta ahora hemos visto en el blog diversos aspectos de la historia de los sifones y refrescos: su nacimiento, su evolución, las botellas utilizadas, los cierres, los sifones, sus estampados...Sin embargo, esta historia no sería posible sin la figura de los coleccionistas, encargados de conservar el legado que nos dejaron las antiguas fábricas.

Las fotos que váis a ver en esta entrada muestran una pequeña selección de la colección de Damián Ramón Artigues, un mallorquín que se cuenta entre los grandes del coleccionismo de botellas. Como el número de botellas es infinito y al final todo coleccionista tiene que centrarse en un aspecto que dé sentido a la colección, las de Damián Ramón Artigues tienen en común su belleza. Se trata de botellas singulares, tanto de gaseosa como de sifón, cerveza o refresco, destacables por su estampado, su relieve, su color o su rareza. La mayoría de ellas, piezas únicas e irrepetibles que además sabe fotografiar de forma magistral.

Disfrutad con ellas:
        




Mi agradecimiento a Damián por permitirme reproducir sus tesoros.

3 comentarios:

  1. Cuando lo vi por primera vez, sentí envidia y admiración al mismo tiempo, y de lo dije. Esta colección constituye una de las colecciones más bellas de España, por no decir la que más, que aúna creatividad, fantasía, color, formas... toda una gran obra, Damián, gracias por que en el mundo haya personas como tu, que nos regalas belleza.

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  2. Muy chulas...me encantan las botellas antiguas. yo tengo algunas que voy recogiendo por ahí... las de la foto nueve empezando por arriba, y aunque se usaban de todas, eran preferidas para hacer incendiarias o cócteles mólotov en la Guerra Civil Española por su forma que permitía que no se escapasen de las manos, de vez en cuando sale algún cuello (muy difícil entera) donde aun permanece un alambre que servía para colgarla a los correajes o donde fuera. Saludos.

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  3. Al hilo de lo que cuentas, mi padre y sus amigos, de niños las utilizaban para pescar. Ponían carburo, las lanzaban a alguna balsa de agua estancada y cuando entraba en contacto con el agua..pum!!! La bolita hacía el cierre con la presión y acababa explotando y matando peces, claro.

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