...........La relación entre las fábricas de cerveza y las fábricas de gaseosa a comienzos del s.XX

No hay más que echar un vistazo a los antiguos carteles publicitarios y hemerotecas para darse cuenta de lo íntimamente ligadas que, a finales del s.XIX y comienzos del s.XX , se encontraban las fábricas de cerveza, de hielo y de refrescos.
En esa época fue cuando comenzó a desarrollarse la industria cervecera tal y como ahora la conocemos y aparecieron algunas marcas como El Águila, Damm, Moritz, Mahou, La Zaragozana o La Cruz del Campo. La mayoría de las fábricas de esos tiempos elaboraron también gaseosas y hielo, como se puede ver en estos ejemplos:

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Entre las razones que se apuntan según distintos estudios para el desarrollo de esta industria cervecera, se encuentran  los avances técnicos en maquinaria, la producción de cultivos puros de levaduras a nivel industrial, la posibilidad de utilizar el frío industrial para el control del proceso de fermentación, la producción de botellas de cristal a gran escala y la generalización del proceso de pasteurización. Sin embargo, se suele obviar uno que está íntimamente relacionado con la fabricación de nuestras gaseosas y agua de seltz: la utilización del ácido carbónico.

Este elemento es necesario en las cervezas industriales para dar fuerza y crear espuma, ya que en ellas no se produce la segunda fermentación en botella propia de la cerveza artesanal.
 Recordemos que justamente durante estos años la posibilidad de adquirir el gas en tubos en vez de tener que producirlo en las fábricas, supuso una auténtica revolución en el mundo de los refrescos en España, y  este elemento acabaría resultando también imprescindible en los sistemas dispensadores de cerveza.

Boletín de la Suizo-Española de 1910. Colección particular.


Este es el nexo de unión entre las dos industrias. La industria cervecera de comienzos de siglo fabricaba y vendía hielo porque tenía instalados equipos de frío, y gaseosas y agua de seltz porque contaba con prácticamente la misma infraestructura que una fábrica solamente dedicada a estos prodcutos: tubos de carbónico, equipos para el llenado, taponado y lavado, etc.

Boletín de la Suizo-Española de 1910. Colección particular.
Ejemplo de método de embotellado de cerveza que demuestra la importancia del carbónico.


Al mismo tiempo y de forma inversa, también las fábricas de refrescos embotellaron cerveza. Hasta la Guerra Civil era práctica habitual que los distribuidores de algunas marcas de cerveza la embotellaran en sus instalaciones, a las que llegaban en tinas de madera de distintas capacidades (las de Damm rondaban los 200 lts.), teniendo que realizar además el proceso de pasteurización en bañeras de agua caliente. El producto final se etiquetaba con la marca de la cerveza y el nombre del distribuidor.

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Otro nexo en común entre las dos industrias ha sido la clientela a la que iban destinados sus productos, y que eran principalmente los establecimientos de hostelería, por lo que las grandes cerveceras siempre se sirvieron de las fábricas de bebidas carbónicas (normalmente de ámbito local o comarcal) para conseguir la penetración de sus productos, de forma que podemos asegurar que no ha habido fabricante de gaseosas que no haya sido a la vez distribuidor de una marca de cerveza.

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