Estos tres refrescos hoy en día están de moda en España como mixers, es decir, combinados con cualquier destilado para la realización de estupendos cócteles, pero no son nuevos ni su presencia en España es reciente.
Antes de hablar de su primera presencia en nuestro país, vale la pena hablar un poco de su historia.
La tónica, de la que es bien sabido que era consumida por los soldados ingleses destinados en Asia por su alto contenido en quinina, que ayudaba a tratar los efectos de la malaria, fue patentada y producida por primera vez por el londinense Erasmus Bond en 1858, y fue presentada en la Exposición Universal de 1862. Ocho años más tarde, fue también embotellada por la factoría Schweppes, que la daría a conocer por todo el mundo.
La ginger beer, literalmente cerveza de jengibre, también tiene un origen inglés, y la primera referencia escrita que se tiene de ella aparece en el libro
Practical Treatise on Brewing, de 1809. Se calcula que comenzó a producirse a mediados del s.XVIII. Inicialmente se componía de agua, jengibre y azúcar, a los que se añadía un compuesto llamado "Ginger Beer Plant", que estaba formado por una levadura y una bacteria y que iniciaba un proceso de fermentación del jengibre y el azúcar, produciéndose de esta manera dióxido de carbono y algo de alcohol. La posibilidad de que se produjera una segunda fermentación y estallara, hizo que la botella típica de ginger beer fuera de gres. En los refrescos industriales de esta bebida no se produce esta fermentación, y por lo tanto no contienen alcohol, aunque persiste el aroma de jengibre y distintos edulcorantes.
El ginger ale tiene un origen todavía más oscuro. En realidad los tónicos caseros hechos con jengibre, dadas las importantes propiedades de esta raíz, eran muy comunes en Gran Bretaña e Irlanda en 1840. De ahí a que a alguien se le ocurriera hacer lo mismo con agua carbonatada, no había más que un paso. Parece ser que en Nueva York ya se producían sodas con jengibre en 1850, mientras que otras fuentes señalan a Belfast como su cuna. Su composición básica está formada por agua mineral, jengibre, azúcar y limón.
De estos tres refrescos, tan populares en los países anglosajones, el primero en llegar a España fue la ginger beer que, con esa facilidad para el idioma inglés que nos fue dada a los españoles, fue bautizada como "yingivia". Podemos leer en
La Revista de España, en enero de 1875, lo siguiente:
"¡La Yingivia! Con el inaudito nombre de la Yingivia se está ahora distribuyendo en los cafés de Madrid el ginger-beer o cerveza de ajengibre, de que tanto uso hacen los ingleses como refresco. A las cualidades de tal reune las de tónico moderado, que no irrita y un sabor picante que no enardece la sangre"
Sin embargo, no debió tener demasiado éxito entre el público español, porque apenas aparecen más referencias a esta bebida y no parece que ningún fabricante español se dedicara a producirla. A pesar de todo, el hecho de que a comienzos del s.XX hubiera un representante de la casa Schweppes en Madrid, como veremos más adelante, hace suponer que todavía se podía encontrar esta bebida en España en ese período.
El ginger ale apareció en 1896, como ¡cerveza!:
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La Dinastía (Barcelona) 14/09/1896
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Y como cerveza continuaría durante muchos años más, como se puede ver en este anuncio de
La Vanguardia de Barcelona de 01/01/1927
Lo cierto es que, a diferencia de la ginger beer, el ginger ale vino para quedarse y, desde esos primeros años, siempre se ha podido hallar en España, primero como artículo de importación y después producida en nuestro país. Sin ser una bebida de consumo masivo, ha resultado imprescindible en combinados, especialmente con el whisky y en los primeros años del s.XX aparece profusamente ofertada.
En 1928 un ginger ale era embotellado por la familia Duffo, que además de la gaseosa El Rayo o los refrescos Samsón, era en aquellos tiempos una de las primeras concesionarias de Coca-Cola en España. Seguramente no sería la única y serían más las fábricas que se dedicarían a embotellar este refresco. En los años 40, Aguas Carbonatadas de Madrid S.A. incluso registró "ginger ale" como marca y se anunció profusamente durante esa década y la siguiente. En el 57, la irrupción de Schweppes, que vino a España también de la mano de la familia Duffo, trajo también consigo la aparición de su ginger-ale.
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Hoja oficial del lunes, 23/12/1946 |
En cuanto a la tónica (primeramente llamada "agua tónica"), seguramente se conocería también pronto pues, como se ha comentado, Schweppes tenía un distribuidor en España en 1911:
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Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración Bailly-Baillière, 1911 |
Sin embargo no calaría mucho, porque en realidad no hay ninguna referencia a esta bebida hasta que, en 1957, se embotellara Schweppes en España y se realizara una gran campaña publicitaria introduciendo esta bebida, campaña que también ayudaba a la correcta pronunciación de esta marca:
La tónica también apareció para quedarse y muchas pequeñas marcas y otras grandes como Mirinda, embotellaron su propia tónica, convertida en refresco popular que no solamente se consumía como mixer, sino también sola, y a la que se atribuían ciertas propiedades digestivas.
Todo esto que se ha comentado es válido para la España peninsular porque hay que señalar que en Canarias dispusieron de depósito de Schweppes durante las primeras décadas del s.XX y toda la gama de esta marca, que incluye las bebidas aquí descritas, estuvo presente.
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La Prensa (Sta.Cruz de Tenerife) 26/09/1922 |
Fuentes:
Hemeroteca de La Vanguarida
Hemeroteca Prensa Digitalizada del Ministerio de Cultura
Hemeroteca Biblioteca Nacional de España
www.gingeraleauthority.com
www.gingerbeerbrewing.net
History Soft Drinks. Colin Emmins. Shire Album. Shire Publications Ltd. 1991